Las cafeterías son ejes de comunicación. En los centros de enseñanza, es en ellas donde las personas se reúnen para disfrutar de un descanso tanto físico como mental. Alumnos y profesores disponen con frecuencia de pequeñas pausas entre clases para relajarse. Por eso es muy importante que el esquema de iluminación sea acogedor. Cuanta más luz natural reciba la cafetería, más agradable será la permanencia en ella. Los sistemas dinámicos de gestión lumínica armonizan la luz natural existente con la luz artificial, creando un ambiente luminoso y agradable con un consumo energético optimizado. La combinación de luz indirecta y luz de acento se percibe como el modo de iluminación más agradable. En cafeterías y zonas de restauración, lo más importante es el alumbrado de las mesas.
Para garantizar una buena visibilidad, las mesas deben estar iluminadas con 200 lux (según la norma EN 12464-1) sin deslumbrar ni dejar a oscuras a las personas que se sientan a la mesa. Una iluminación sin sombras duras permite ver claramente las caras y los gestos de las personas, y hace que estas se destaquen del fondo. A menudo, la zona de restauración es una sala polivalente que también se utiliza para la celebración de actos y fiestas; en tales casos, es conveniente disponer de escenas luminosas cambiantes para diferentes ambientes lumínicos. Las luminarias de alta reproducción cromática (IRC ≥ 90) estimulan el apetito iluminando los platos y el ambiente de una manera especialmente atractiva, a la vez que iluminan a los comensales con una luz natural. La cafetería cumple una importante función como lugar de encuentro habitual de los estudiantes. Con una planificación luminosa bien elaborada, este espacio favorece la relajación de un modo duradero y ofrece el escenario ideal para una buena comunicación.