La iluminación genera una atmósfera agradable y también ofrece orientación y seguridad. Una planificación cuidadosa de la iluminación en pasillos y escaleras hace que los alumnos puedan encontrar el camino intuitivamente y sentirse a gusto en su centro educativo. La iluminación es un elemento de guiado visual que conduce a las personas por el edificio, lo cual es muy importante en escuelas o universidades de gran tamaño y dotadas, a menudo, de un trazado a primera vista laberíntico. Una iluminación suficiente (de al menos 100 lux) es esencial para sentirse seguro y a gusto y para poder salir rápidamente al exterior en caso de emergencia. Además del alumbrado general, el uso de iluminación de techo indirecta o de paredes iluminadas en pasillos hace que el espacio parezca más grande, y también mejora la orientación y la calidad de la estancia en ellos.
En cambio, en las escaleras debe garantizarse una luz de luminosidad suficiente (mínimo 150 lux) y sin deslumbramiento (UGR < 25). Los contrastes ayudan a que los escalones puedan verse fácilmente. La luz también pone de relieve información importante. Para subrayar visualmente elementos tales como planos de edificios o tablones de anuncios, es conveniente utilizar luces de acento controlables por separado. Pero a veces se necesita algo más que funcionalidad: la iluminación también debe crear un ambiente agradable en las zonas utilizadas como lugares de reunión en los descansos. Como parte de la infraestructura del edificio, los pasillos y escaleras ocupan una posición importante en el diseño de la iluminación y también en la evaluación del balance energético. Los sensores de presencia y de luz natural ayudan a reducir el coste energético, por ejemplo, activando la iluminación de los pasillos al detectar presencia o utilizando la luz natural incidente y complementándola con luz artificial en caso de necesidad.