Los estudiantes suelen pasar muchas horas leyendo y concentrados estudiando en las bibliotecas. En ellas, un entorno agradable en tan importante como unas condiciones de iluminación que permitan mantener la concentración durante largo tiempo. Con un concepto de iluminación adecuado es posible mejorar considerablemente la calidad del estudio y de la estancia en la biblioteca. Una distribución armoniosa entre luz directa e indirecta crea las mejores condiciones para leer, estudiar o trabajar durante horas frente al ordenador.
Para que las distintas fuentes de luz no molesten a los usuarios de la biblioteca, todas las luminarias deben ofrecer una prevención adecuada del deslumbramiento (UGR < 16/19). Los difusores microprismáticos contrarrestan el deslumbramiento directo y reflejado, y son especialmente eficaces en puestos de trabajo dotados de ordenadores o en mesas con superficies brillantes. Sobre todo, es importante que los ojos no se fatiguen al leer durante periodos prolongados. En zonas de lectura es posible conseguir un nivel de iluminación adecuado de 500 lux con UGR < 16/19 utilizando luminarias suspendidas apropiadas, o utilizando lámparas de pie móviles o lámparas de mesa que puedan conectarse adicionalmente. La iluminación de acento ayuda a los estudiantes a orientarse y a encontrar más rápido los materiales didácticos que necesitan. La acentuación de rótulos y lineales de estanterías dirige la mirada y contribuye a estructurar el espacio. Con la luz adecuada, las bibliotecas son el lugar perfecto para realizar extensas tareas de investigación y para el estudio individual.