A la hora de iluminar cuadros y fotografías, el primer objetivo es armonizar la luz de los objetos con la de la sala. Un área de exposición dotada de una luminosidad uniforme ofrece al observador una apariencia neutra y sosegada. Esto permite además delimitar visualmente diversas zonas de exposición y guiar al visitante a través de las salas de manera intuitiva. El bañado de paredes vertical genera profundidades visuales en el espacio, realzando la distinción entre el primer plano y el fondo. Una iluminación de paredes dotada de un ángulo de proyección suave en forma de arco crea “arcadas” de luz que enmarcan cada obra de arte.
La iluminación de cuadros con una claridad superior a la del entorno genera una situación espacial interesante. El efecto se percibe claramente a partir de una diferencia de luminosidad de 1:20, y puede reforzarse aún más empleando ángulos de apertura estrechos. Esto se utiliza, por ejemplo, en la iluminación de actos inaugurales de exposiciones con el fin de dirigir la atención hacia determinados objetos con exactitud. Para una iluminación flexible y acentuada de cuadros y fotografías, la mejor opción es el uso de barras conductoras con focos adaptables, ya que estos elementos pueden adaptarse a condiciones de exposición sometidas a un cambio constante. Los downlights girables y orientables son una solución visualmente discreta y energéticamente eficiente para la iluminación de exposiciones permanentes.
Ob für Museen, Galerien oder Ausstellungen, lassen Sie sich von den Lichtlösungen für die perfekte Darstellung historischer Gemälde oder moderner Exponate inspirieren.
Modificando el ángulo de proyección de la luz es posible influir en el efecto causado por los cua-dros. Los bañadores de pared lineales crean un patrón de iluminación homogéneo, y el uso de dis-tintos ángulos de apertura genera diferentes grados de ponderación. A una distancia de iluminación de 4 metros, los focos dotados de óptica Wide Flood (58°) abarcan una superficie de 4,5 m de diá-metro que es óptima para obras de arte de gran tamaño. Las ópticas Flood (~39°) son aptas para la puesta en escena de cuadros y esculturas de tamaño medio. A mayores distancias de ilumina-ción o con objetos de exposición pequeños, la elección adecuada es el uso de ópticas de ángulo de apertura estrecho (< 24°). La combinación de ópticas de ancho grado de apertura con spots puntuales (entre 12° y 6°) genera una presentación dinámica que conduce al observador a detalles determinados. Lo ideal es el uso de luminarias cuyo ángulo de apertura pueda adaptarse directamente en las mismas con arreglo al cuadro o fotografía iluminados.
La serie PABLO está abierta al cambio. Los focos pueden montarse sin necesidad de herramienta y desplazarse a lo largo de las barras conductoras. El cabezal del foco puede girarse y orientarse en casi cualquier dirección antes de fijarse en la posición deseada.
Así, PABLO ofrece una iluminación altamente precisa y puede modificarse tras su instalación. Para la iluminación perfecta de obras de arte antiguas y modernas, PABLO Focus dispone de un ángulo de proyección variable de 17° a 47° capaz de adaptarse al objeto iluminado. La variante con regulador DIM de PABLO dispone de una función de atenuación manual justo en el cabezal del foco que permite ajustar la luminosidad directamente en el lugar de aplicación y adaptarla óptimamente al objeto, a la luz del entorno y al ambiente deseado.
PABLO Colour Tune se ha creado para revitalizar antiguas obras de arte especialmente dignas de protección, respetando fielmente su estado original. Una iluminación dotada de una mayor saturación rojo-azul de ajuste preciso e individual compensa los deterioros del color provocados por el paso del tiempo. Para utilizarla, los especialistas determinan el grado de decoloración causados por iluminación dañina. A continuación es posible controlar y adaptar fácilmente el ajuste de luz correcto mediante DALI o Zigbee. Esto reaviva los colores originales de una obra de arte de un modo cuidadoso.