Una luz estética y evocadora es importante en una cafetería, y debe encajar adecuadamente con el diseño interior del local. Las fuentes luminosas pueden actuar en sí mismas como elementos de diseño o mantenerse visualmente por completo en un segundo plano. En la iluminación de cafeterías, lo esencial es siempre garantizar el bienestar y la calidad de la permanencia de los clientes en el interior.
Productos de bollería como los cruasanes ofrecen un aspecto fresco y crujiente a 2300 K, por lo que el mostrador de venta a menudo se ilumina por separado. Aquí también es importante contar con la luz de trabajo apropiada para que los empleados dispongan de una iluminación óptima al devolver el cambio. También es allí donde se produce el primer contacto con el cliente: las luminarias de suspensión montadas a la altura correcta hacen que las caras sean fácilmente reconocibles y favorecen la comunicación.
Para crear una atmósfera general agradable en una cafetería y ofrecer al mismo tiempo una luz de trabajo y lectura adecuada, pueden emplearse combinaciones de iluminación general indirecta (con apliques de pared, etc.) y luminarias de mesa. Las temperaturas de color cálidas en el rango de 2700 K a 3000 K generan una atmósfera acogedora.