De la temperatura de color al tono de luz
Para el ser humano, el tono de luz determinado por el sol y el cielo es siempre el correcto. Las células especiales en la retina del ojo registran la intensidad luminosa y la temperatura de color y sincronizan el reloj interno del modo correspondiente. Para llevar una vida activa y plena es necesario respetar la dinámica de la luz natural. Cuanto más se aleja nuestra ubicación del ecuador terrestre hacia el norte, mayor es la variación en la duración del día en función de la estación del año. Así, mientras que en el mismo ecuador se produce una fluctuación de tan solo unos minutos, al norte del círculo polar existe una variación estacional de 24 horas entre la noche polar y el sol de medianoche. Con ello, el cuerpo humano tiene una gran tarea que realizar. Al fin y al cabo, las personas solo pueden ser efectivas cuando una fase de sueño nocturno se alterna con una fase de actividad durante el día. Esta sincronización con los niveles de luz naturales tiene lugar constantemente y da como resultado una liberación de hormonas en el cuerpo.
La cuna de la humanidad se encuentra en África, por lo que la adaptación estacional está limitada por nuestra propia naturaleza. El cuerpo humano no es capaz de adaptarse a la noche polar ni al sol de medianoche. Así como durante la noche polar precisamos iluminación artificial, durante el sol de medianoche necesitamos oscurecimiento. Incluso en Europa central, especialmente en primavera, el gran aumento de la duración del día causa fatiga a las personas, en lo que se conoce como cansancio primaveral. El oscurecimiento en verano durante la noche y la iluminación artificial durante el día deben elegirse de tal modo que nuestro sistema de sincronización pueda adaptarse bien a ellos. Una duración del día moderada de 10 horas en invierno y 14 en verano, más unos 40 minutos de crepúsculo en cada caso, no supone ninguna dificultad para nuestro sistema de sincronización. Esta variación estacional moderada de la duración del día es recomendable para personas que pasan la mayor parte de su tiempo en interiores. En los hospitales, la facilitación de un gradiente de luz natural de ese tipo ayuda a los pacientes a curarse con rapidez. A las personas mayores que viven en residencias, este les permite organizar su jornada del modo más activo posible. A medida que la duración del día cambia, también lo hace el tono de luz. El espectro de tonos varía desde el blanco superfrío del crepúsculo matutino con 30.000 K hasta el blanco cálido de la puesta de sol con 3000 K. La temperatura de color es aún más cálida en una hoguera, en la luz de las velas y en las bombillas tradicionales.
Todas las fuentes luminosas mencionadas tienen puntos de luz situados en la línea de cuerpo negro (Black Body Line, BBL). Estas temperaturas del blanco frío al blanco cálido son de un color blanco puro, es decir, no llevan añadido ningún otro color que pueda darles una apariencia verdosa, amarillenta o rosada. Las adiciones de color son causadas por fuentes de luz artificiales como lámparas fluorescentes, lámparas de vapor metálico con halógenos y LED, ofrecen un aspecto antiestético y deben evitarse siempre que sea posible.
Al seleccionar los LED es conveniente elegir una clasificación que se encuentre lo más posible sobre la BBL. Además, los LED deben tener puntos de color que estén muy cerca unos de otros para no verse afectados por adiciones de color. En paneles luminosos, XAL emplea elementos con una clasificación 3 SDCM (Standard Deviation of Color Matching). Los LED se hallan dentro de una elipse de tres pasos. Los numerosos LED se mezclan formando un solo punto de color. Esto hace que apenas puedan percibirse diferencias entre paneles luminosos distintos. En spots individuales, los puntos de color deben estar aún más cerca unos de otros para no mostrar diferencias. En este caso se emplea una clasificación 2 SDCM.
Las temperaturas de color de hasta 3300 K se designan con el nombre de blanco cálido. De 3300 K a 5300 K se habla de blanco neutro, y las temperaturas de color por encima de 5300 K se conocen como blanco frío.
Tonos de luz en la oficina
Para favorecer la sincronización de nuestro reloj interno, necesitamos una iluminancia cilíndrica de 250 lux MEDI (Melanopic Equivalent Daylight Intensity) a la altura de los ojos durante más de 4 horas por la mañana. Esto corresponde a ~370 lux con un índice de eficacia melanópica MR de 0,75. Cuanto más fría es la temperatura de color, más alto es el índice de eficacia melanópica. Por eso, los 250 MEDI necesarios pueden alcanzarse de un modo energéticamente más eficiente con un tono de luz blanco frío. No obstante, una investigación de la Universidad Politécnica de Darmstadt demuestra una preferencia por valores de menos de 5500 K en interiores. Pese a su mayor índice de eficacia melanópica, se recomienda no proporcionar temperaturas de color más frías que 5500 K durante un tiempo prolongado. En sus recomendaciones de planificación para una iluminación con efecto biológico, la norma DIN T/S 67600 señala que, antes y después de la fase de activación de 4 horas, la temperatura de color debe reducirse a 2700 K a las horas marginales del día y no debe superar 50 lux durante la noche.
Aunque una dinámica de luz natural tiene ventajas considerables para el rendimiento de los usuarios y con ello también para las empresas, en oficinas se utiliza normalmente un tono de luz constante de 4000 K. En horarios de trabajo fijos, como en organismos oficiales o en la administración pública, el uso de 4000 K puede ser una solución moderadamente buena. Pero si los horarios de trabajo son muy flexibles –como en estudios de arquitectura o diseño gráfico–, es preferible el uso de una dinámica de luz natural.
Tonos de luz en el área del retail
Los propietarios de tiendas desean presentar sus artículos con luz de tal modo que el cliente tenga la sensación de obtener un producto valioso por el precio señalado. Esto requiere el uso de un tono de luz específico para cada grupo de productos. En las tiendas de alimentación es donde existe una mayor especialización. En ellas es posible seleccionar tonos de luz propios para embutidos, carne fresca, queso y productos de bollería. En el pescado fresco se diferencia entre pescado blanco y pescado rojo. En el catálogo de XAL, estos tonos de luz especiales se designan con los nombres “gourmet”, “fresh” y “pastry”.
En el supermercado suelen utilizarse 3000 K para productos envasados de todo tipo. Una buena combinación de longitudes de onda azules y rojas hace que los envases tengan un aspecto colorido y que los productos colocados en los mostradores parezcan frescos. Los aparatos tecnológicos como los de las tiendas de productos electrónicos se iluminan normalmente con 4000 K. En el área de joyería se distingue entre 2700 K para el oro con pedrería de color ámbar o rojizo y 6500 K para la plata con brillantes y piedras preciosas azuladas. En combinaciones de ambos tipos de artículos, 3500 K es una buena solución.
Para la ropa de negocios también suelen elegirse valores de 3500-4000 K, que hacen que las prendas blancas y los tejidos de color oscuro ofrezcan un aspecto valioso. Si predomina el contraste negro-blanco, conviene utilizar el tono de luz específico “brilliant white”. Con este, las telas blancas ofrecen un blanco impecable y los tejidos negros muestran un color negro profundo. El tono de luz “brilliant white” también tiene longitudes de onda violeta. Además de ofrecer una magnífica reproducción cromática, “brilliant white” destaca por su excelente presentación de tonos blancos. Los matices de prendas textiles o tipos de papel blancos pueden distinguirse adecuadamente con una iluminación “brilliant white”.
Para la moda casual predominantemente colorida se recomienda el tono de luz “vogue”, cuya temperatura de color es de 3250 K. Este permite reproducir los colores con una gran intensidad y los tejidos blancos con un tono blanco vívido.
La especialidad del tono de luz “gallery” es el espectro amarillo-rojo. Los tonos de color cálidos alcanzan con “gallery” una saturación incomparable, con el pequeño inconveniente de que las áreas blancas ofrecen un aspecto amarillento.
Tonos de luz para el hogar
En casa solemos pasar tanto tiempo o más que en la oficina, aunque principalmente en las horas marginales de la jornada.
A primera y última hora del día –por ejemplo, frente al espejo del baño–, el tono de luz debe ser de un blanco muy cálido. Para el maquillaje matutino es muy conveniente una temperatura de color blanco neutro. En la cocina se recomienda utilizar una temperatura de color de 3000 K, que hace que los alimentos parezcan frescos y coloridos. Durante la cena, la temperatura de color debe estar alrededor de 2700 K, pudiendo disminuir hasta un blanco muy cálido durante el subsiguiente periodo de reposo. Pocas personas disponen de un control de iluminación inteligente, pero con una combinación de varias luminarias que puedan conmutarse dependiendo de la ocasión puede lograrse una atmósfera agradable y adaptada a la hora del día. Si estas se combinan además con algunas luminarias Tuneable White y Colour Warm Dimming, es posible crear un ambiente de bienestar desde el cuarto de baño hasta el salón.
Por tanto, para conseguir la iluminación perfecta es fundamental analizar con exactitud el espacio que ha de iluminarse y seleccionar el tono de luz apropiado.