Decoloración de obras de arte por iluminación LED

Los colorantes fotosensibles presentes en la pintura al óleo y en acuarelas se decoloran por la acción de las ondas electromagnéticas. Esta circunstancia depende de tres parámetros decisivos: el espectro de longitud de onda, la duración de radiación y la distancia de los objetos con respecto a la fuente de luz. Cuanto más cortas son las ondas de las proporciones de radiación –como en la radiación UV (ultravioleta = 100 - 380 nm), violeta (380 - 430 nm) y azul (430 - 480 nm)–, más intenso es el efecto de decoloración. La luz de onda larga (> 550 nm, de amarillo a roja) es inofensiva.

El usuario de un sistema de iluminación puede evitar la decoloración de las formas siguientes:

 

  1. Eligiendo una fuente de luz sin radiación UV y con poca proporción de luz azul (tales fuentes de luz tienen generalmente una temperatura de color blanca cálida con reproducción cromática elevada)
  2. Limitando la intensidad luminosa
  3. Limitando la duración de radiación
  4. Aumentando la distancia con respecto al objeto iluminado

Factores de iluminación decisivos

Para la iluminación de obras de arte delicadas, lo habitual en los museos es el uso de una iluminancia reducida. Con una iluminación de 12 horas al día, 7 días por semana (84 horas en total) la iluminancia se reduce a 50 lux. Esto corresponde a una proporción semanal de 4200 lux/hora. Por ejemplo, un amante del arte puede iluminar sus obras de arte 10 horas a la semana con 420 lux sin ningún problema.

Además de la iluminancia, factores como el ángulo y la distancia de iluminación también ejercen una influencia decisiva en el grado de decoloración de las obras de arte. Por ejemplo, una óptica con un ángulo de apertura estrecho aumenta considerablemente la intensidad luminosa en comparación con una óptica de ancho ángulo de apertura, ya que en el primer caso la luz incide sobre el objeto de manera más concentrada. Por eso, los comisarios de exposiciones a veces utilizan reguladores DIM en los focos de los museos con el fin de poder adaptar la intensidad luminosa a las piezas expuestas con flexibilidad.

Observación del espectro luminoso

La curva V-λ (lambda) es una magnitud de sensibilidad humana que determina el espectro de una fuente luminosa según la sensación de luminosidad para las personas. Así, las longitudes de onda de color verde claro nos parecen más luminosas, mientras que las longitudes de onda rojas y azules tienen menos luminosidad para el ojo humano. Las fuentes luminosas con una elevada proporción de longitudes de onda de color verde claro generan una iluminancia elevada sobre las piezas expuestas. No obstante, las longitudes de onda nocivas para los objetos de exposición son de onda corta (< 500 nm) y no están comprendidas por la unidad lx (lux).

Medidas para limitar la decoloración

Aumentar la distancia de iluminación:

doblando la distancia de iluminación, el potencial dañino original se reduce a solo la raíz cuadrada (√).

Elegir la temperatura de color correcta:

utilizar temperaturas de color blancas cálidas < 3000 K con un índice de reproducción cromática Ra > 90 elevado.

Atenuación:

atenuar las luminarias a la intensidad requerida.

Tener en cuenta el ángulo:

utilizar una óptica de ángulo de apertura ancho.

Vigilar el tiempo:

limitar la duración de radiación.