Las oficinas individuales le ofrecen la posibilidad de adaptar la iluminación al uso del espacio de forma personalizada. La distribución homogénea de luz directa e indirecta se percibe como el modo de iluminación más agradable. Esto puede conseguirse con una combinación de luminarias: mientras que las luminarias empotrables de techo proporcionan iluminación general, las luminarias suspendidas iluminan de forma precisa una superficie de trabajo o una mesa de reunión. En cambio, las lámparas de pie pueden moverse libremente y son capaces de ofrecer luz directa e indirecta con total flexibilidad, garantizando una atmósfera ambiental agradable y una mayor comodidad visual.
Si la oficina se utiliza principalmente para trabajar frente al ordenador, se necesitará disponer de 500 lux en la superficie de la mesa y de una adecuada prevención del deslumbramiento (UGR < 19 /≤ 3000 cd/m²). Estos valores también son aplicables a la iluminación en oficinas en los que trabajan dos o más personas. En este último caso, en cada zona de trabajo se deberá evitar el deslumbramiento procedente de las fuentes de luz del otro puesto de trabajo. El equilibrio entre luz natural y luz artificial es un factor primordial para maximizar el confort visual. Con el fin de crear un ambiente luminoso natural, pueden utilizarse luminarias dotadas de sensores inteligentes de luz y temperatura de color variable.
La luminaria BETO ofrece una excelente calidad lumínica exenta de deslumbramiento. El diseño de sus reflectores y su disposición proporcionan un alumbrado preciso y homogéneo en la superficie de trabajo. La luz indirecta ubicada en la parte superior de la luminaria distribuye la luz en la sala de una manera homogénea, reduce el contraste con el entorno y crea una agradable sensación de espacio. Un sensor de presencia y de luz regula automáticamente la luminosidad en el puesto de trabajo y adapta la intensidad luminosa al entorno las 24 horas al día durante los 365 días del año.