Ver y oír son tareas clave a la hora de percibir y absorber nuevos conocimientos. Una acústica espacial óptima es tan importante para el éxito de la enseñanza y el aprendizaje como la iluminación correcta. En esta época digital en la que no podemos vivir sin smartphone, tablet y cía., la enseñanza en los centros educativos aún sigue basándose en la comunicación. Los nuevos métodos de aprendizaje de la lectura y escritura y las formas de enseñanza cinéticas son ya –en sí mismos– más ruidosos que la enseñanza tradicional. Esto supone un nuevo desafío. Una acústica espacial óptima mejora tanto la compresión del habla y de la escritura como la capacidad de memorización, genera menos estrés por ruido y reduce los problemas vocales y auditivos.
Las actividades en un aula de enseñanza son distintas a las realizadas en clases especializadas, en el comedor, en zonas de encuentro generales o en una sala deportiva. Por eso, cada sala debe considerarse separadamente. Los indicadores más importantes a este respecto son el nivel acústico existente medido en decibelios [dB], el tiempo de reverberación indicado en segundos [s] y la inteligibilidad de la voz (Speech Transmission Index, STI).
En un aula de enseñanza, la inteligibilidad de la voz es lo más importante para alumnos y profesores. El índice de transmisión de voz (STI) indica qué porcentaje de la información hablada llega realmente al oyente. Se halla en una escala de 0 (ininteligible) a 1 (excelente) y debe ser adaptado a los grupos de personas en la sala. En aulas de gran tamaño, sobre todo, no solo es importante reducir el tiempo de reverberación, sino también dirigir el sonido selectivamente para lograr una buena inteligibilidad de la voz en toda la sala.
El valor STI de referencia en aulas de enseñanza está regulado en la norma DIN 60286-16 y es de al menos 0,62. En el ejemplo de simulación equipada hemos obtenido un STI de 0,71, un valor que permite percibir adecuadamente noticias complejas y palabras desconocidas
Comer, beber y relajarse. La cafetería es el lugar de encuentro de gran cantidad de gente. En ella se genera un nivel acústico elevado por conversaciones, el ruido de tazas y vasos y el trasiego continuo de personas. En una sala de estas características conviene reducir el tiempo de reverberación para facilitar las conversaciones y minimizar la propagación del sonido en áreas adyacentes.
El tiempo de reverberación está regulado por las normas DIN 18041 y ÖNORM B 8115-3: existe un tiempo de reverberación máximo prescrito según el tamaño del recinto, que es de aproximadamente 0,5 segundos. En nuestra simulación, el tiempo de reverberación obtenido en la sala de comedor vacío es de 2,58 s, y el tiempo de reverberación con la sala equipada es de 0,55 s.
Enseñanza musical, laboratorios, talleres, clases de informática... En clases especializadas de todo tipo se precisan salas con requisitos muy diversos, tanto en materia de acústica como de higiene o iluminación. En ellas se explican materias, lo que requiere una buena inteligibilidad de la voz, y se manejan aparatos que pueden generar un nivel de ruido elevado. Al reducir el tiempo de reverberación disminuye asimismo el nivel de presión acústica. Esto se consigue no solo mediante la reducción de las reflexiones en la sala, sino también por un comportamiento más sosegado de las personas que la ocupan.
En nuestro ejemplo de sala se ha conseguido una reducción media del nivel de presión sonora (SPL) de 10 dB con medidas acústicas, lo que significa una reducción a la mitad del volumen percibido.
Estas zonas son a veces el núcleo de un edificio y suelen utilizarse como focos de intercambio comunicativo. Además, no es raro que determinen la atmósfera de todo el edificio. El pasillo sirve con frecuencia como lugar de parada y se utiliza como zona de aprendizaje y lugar de trabajo en grupo durante las horas lectivas. Un nivel acústico elevado en el pasillo molesta a quienes allí se encuentran y también a todas las personas que se hayan en las salas adyacentes.
Con las medidas aplicadas en el presente ejemplo de simulación, hemos logrado una reducción media de 10 dB en el nivel de presión acústica. Así, las personas que permanecen en esas áreas pueden trabajar en grupo tranquilamente sin molestar a las clases vecinas.
La práctica deportiva, sobre todo en el caso de deportes de competición y de pelota, a menudo está relacionada con un alto nivel de presión acústica. En esta área se suele subestimar la importancia de poder dar instrucciones claras y rápidas sin tener que gritar en voz alta. Esto no solo es importante para los profesores y monitores que permanecen en la sala deportiva durante largos periodos de tiempo, sino también para evitar accidentes.
Con un esquema acústico bien planificado se consiguen un tiempo de reverberación y una inteligibilidad de la voz excelentes. En nuestra simulación, el tiempo de reverberación se ha reducido de más de 4 segundos con la sala vacía a solo 1,1 segundos. Esto también tiene efectos muy positivos en la inteligibilidad de la voz: el STI aumenta de 0,48 a un valor superior a 0,70.
La acústica es un asunto complejo que repercute en el bienestar, el trabajo diario y la salud de las personas. Los requisitos relacionados a menudo no pueden cubrirse con la gama de productos de una sola empresa. Nosotros trabajamos con una red de socios distintos con el fin de armonizar la iluminación y la acústica a la perfección.
Además, ofrecemos planificación acústica en tres paquetes de prestaciones, compuestos de servicios distintos que varían en función del tamaño del recinto y de los requisitos específicos del proyecto. Para cada encargo diseñamos distintas variantes, incluyendo una situación ideal optimizada desde el punto de vista acústico. Contacte con nosotros. Le asesoraremos de manera totalmente personalizada.